Saludos cordiales. Primera toma de contacto después de un año. Sin que sirvade precedente, nuestro guía no apretó el paso para dejarme con la lengua fuera. Conociendo a Paco, estaba seguro que se apiadaría de mí (de hecho, todo el mundo sabe que le gusta hacerles a los nuevos una especie de entrenamiento "progresivo" para evitar desfallecimientos).
Un día espectacular, unos 15 grados, pese a ser diciembre), y solo un poco de viento molesto. En realidad, ráfagas bastante fuertes que podrían haber puesto en peligro la expedición. Como no nos llevamos cuerdas, para subir la montaña atados, Jose tuvo la feliz idea de convencer a Vicen que se pusiera piedras en los bolsillos. No llegamos a saber si lo hizo o no, pero el caso es que no salió volando, que era lo que todos temíamos.
La ruta, muy variada: Cortados de cienes y cienes de metros, agujeros perfectos hechos por la naturaleza (Vicen apuntó, tan sensato como siempre, que quizás fueran los extraterrestres, en fin...), sendas de 30 cms, rodeadas de vegetación, alguna escalada en roca de varios metros,...
En definitiva, una mañana estupenda, tanto por el ejercicio, por las vistas (desde la cima, 360º, se podía apreciar Benidorm, el Mediterráneo casi entero, Alcoy, incluso el Cid).
Sí. Hubo almuerso, y de los buenos, pero eso no es noticia. Lo que sí es noticia, por lo menos para el que suscribe, es la compañía de Isabel y José Luis, que me dejaron muy buena impresión, tanto de sufrimiento en la subida, como de la profesionalidad a la hora de comer. Si os estáis preguntando qué tamaño tiene la piedra donde está sentada Isabel, no lo hagáis: es una SILLA¡¡¡. Se llevó a la montaña, 1.100 metros arriba, una SILLA. Lo dicho, unos profesionales.
Muchos saludos a todos...y Felices Navidades.
Fk.
